Para elaborar un perfume se necesitan tres notas. Salida, corazón y base. Suena fácil, verdad..? No lo es. Elaborar una fragancia es una tarea complicadisima, nos dimos cuenta el día en que nos invitaron a jugar a ser narices en el Museo del Perfume de Andorra.
El Museu del Perfum - Fundació Julia Bonet es uno de los 20 museos que Andorra tiene repartidos en sus 468 km2. En este museo, Txell (Punkarrillas) y Cécile (Júlia Perfumerias), organizaron un encuentro Bloggers & Kids, que consistió en un taller dirigido a los más pequeños en el que tendrían que ser capaces de elaborar... su propia fragancia!
En el arquitectónico Centre Júlia, en pleno centro de Escaldes, (Av. Carlemany 115), tiene su sede este Museo, y allá que nos fuimos con los kids, quienes, después de pegarse un rato a los cristales, alucinando con los curiosos recipientes que han llegado a servir para contener perfume, con las bonitas etiquetas, con las obras de los maestros vidrieros..., se pusieron emocionados manos a la obra.

Descubrimos que un perfume se estructura en tres fases. Así que hubo tres rondas de tiras de papel impregnadas en un montón de fragancias, para poder elegir las notas de salida, las de corazón y las de base, pues todas juntas compondrían la minicreación final. Que complicadisimo es identificar un olor a ciegas...me temo que sumando Bloggers & Kids, hubo un 5% de aciertos, todo lo más…
No hace falta decir que aquello fue un pequeño un caos olfativo, les gustaban todas, las mezclaban, ésta huele a chuches mami!, Rosa, pachuli, musk, pomelo, vainilla, tabaco, cual dices que era la del geranio? Vicky me contó que un perfume puede contener hasta... 80 notas de salida!
Es curioso que la nariz esté en contacto directo con el sistema donde están centrados nuestra memoria y emociones. Los olores nos recuerdan imágenes, sonidos...Es por eso que aunque no lo notemos de forma consciente, están a menudo relacionados con los estados de ánimo.
Una vez decididos los olores, con más tuntún que criterio según fuera la edad de los perfumistas, muy formalitos fueron pasando al “laboratorio”. Y entre probetas, una pipeta con cada esencia, mucho cuidado de no mezclarlas, un botecito individualizado y un poquito de alcohol como disolvente... magia...ya tenían su propio perfume!
Ahora ya solo faltaba un poco de imaginación para dar con un nombre chulo, (el de Mr. Lego se llamará Mum...aixx) y dejarlo en reposo 20 días, pues es el tiempo mínimo de maceración que se necesita para que el aroma madure.
Fueron unos fantásticos maestros perfumistas, y se llevaron la prueba acreditativa de ello en forma de diploma del que les hicieron entrega, con su nombre impreso en letras grandes y todo...
El taller, gratuito y accesible para grupos de colegios, es una manera de aprender, estimulando la creatividad de los niños ( y no tan niños, que las mamis también hicimos el nuestro, quien creía que no..? ) y con el que, jugando a ser narices, quien sabe si descubrir que su futuro pasará por lucir una favorecedora bata blanca de químicos...
- abril 27, 2016
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