GRACIAS PAPIS

marzo 16, 2016

Un cenicero de barro pintado... en el parvulário no nos daban muchas opciones para el regalo del Día del Padre. Así que le haremos una manualidad, también, si, pero diferente : una postal en forma de carpeta, para poder llenarla con muestras gráficas de cariño como dibujos de los niños, fotos, escritos de felicitación... o sea, un álbum.

feliz-dia-padre-portada-postal-scrapbooking

Y será una manera de darle las gracias. Porque hay un montón de razones para hacerlo. A todos los padres. Siempre. Pero un montón. Al mío, por ejemplo... por su sentido del humor, por los armaritos de muñecas que me construia a mano, por madrugar para llevarme a donde sea, por su pensamiento critico, por los 10 que sacaba en Dibujo porque me los hacia él, por querernos tanto...

O al padre de los minilavandas, por darles siempre todo lo bueno de lo que es capaz y más, por chutar a puerta y peinar barbies, por estar tan lejos y querer estar tan cerca, por ser el mejor del mundo mundial y tener la suerte de que, fíjate tú, nos ha tocado a nosotros...

gracias papi

ÁLBUM CON BOLSILLO

Es una tela de arpillera de American Crafts de 30,5 X 30,5 cms doblada por la mitad, y cortada para dejar un largo de 22 cms.

A la base le recortamos una ventanita, que será el marco de la foto escogida para la portada

Forraremos el reverso de la tela de arpillera con papel de scrap (para reforzar la estructura, es conveniente interponer, entre la tela y el papel, una cartulina).

El bolsillo interior lo elaboraremos simplemente doblando un papel de scrap cortado a 13 cms de ancho. Dejaremos 11 cms de alto en la parte delantera.

Son la pieza estrella del invento... 4 pliegues en ziz-zag a una tira de 4 cms de ancho por 10 de alto, y listos

Pegamos los fuelles a cada lateral del bolsillo. Lo decoramos. Con letras de foam (Amy Tangerine), die cuts, sellos estampados..un poco de scrapbooking.

Y ya solo queda hacer unos cuantos tags a conjunto, y guardar los dibujos de los niños, junto con las fotos o cualquier otra cosa que se nos ocurra que le pueda gustar, porque en el bolsillo, al llevar los fuelles, cabe un mundo de cariño.