No me lo robaron. Quizá porque era un poco kitsch. Un carrito de flores kitsch al que había que rejuvenecer y devolverle la luz, perdida bajo toda esa pintura triste. Así es como llegó:
Carrito de flores
Mira que vino de lejos. Anna se empeñó hasta que lo consiguió traer. Y se empeñó mucho! Cuantos participamos en la aventura del carro de Ángel..? que si los portes, que si el tamaño, que si se ha perdido por el camino, que si quien puede ir a recogerlo, que si nos vais a volver locos con el carro...y cuando por fin fue nuestro...ay, pero que pequeño es, no?
Y pasó el tiempo, y nos fuimos olvidando de él, hasta que alguien lo volvió a encontrar y me medio amenazó con tirarlo... nooo! si había vuelto a aparecer, eso sólo podía ser una señal de que había que restaurarlo!
Carrito de dulces
Y así es como quedó. De marrón oscuro a blanco nube, de carrito de flores a carrito de dulces, de triste y apagado a luminoso y alegre. Se me va la pinza seguro pero a mi me da la impresión de que antes era un señor mayor y ahora una chica mona.
Pintado por entero con Chalk Paint, en un próximo post os cuento todos los pasos desde el principio, incluido el banderín, por si tenéis alguna pieza similar en el desván esperando también a que le deis vida.
Qué os parece el cambio? Mejor el nuevo look?
- septiembre 30, 2015
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